Bajo la sombra del Magnolio: la historia de una casa que floreció para cuidar infancias


En una esquina del Valle de Aconcagua, una vieja casa guarda en sus paredes los ecos de la infancia de una niña que creció jugando entre sus habitaciones, soñando con ayudar a otros. Esa niña, con los años, se convertiría en fonoaudióloga, y regresaría a ese mismo hogar con un propósito claro: transformar ese espacio en un refugio de amor, juego y desarrollo. Así nació Centro Casa Magnolio.

Instagram : @centrocasamagnolio

Facebook : Centro Casa Magnolio

Una raíz profunda y una copa generosa


El nombre no es casualidad. El magnolio, árbol de flores generosas y raíces firmes, simboliza perfectamente la esencia de este centro. Así como el árbol se toma su tiempo para crecer y florecer, en Casa Magnolio se honra el ritmo único de cada niño o niña. No hay apuros. Aquí, el tiempo es un aliado, no un enemigo.

Fonoaudióloga Camila Anndrade La directora —que no solo dirige, sino que siente y vibra con cada historia que pasa por sus salas— comparte con orgullo que esta casa es su mayor logro personal y profesional. Donde una vez jugaba, ahora acompaña con ternura, escucha con paciencia, y diseña junto a su equipo terapias que nacen desde la ciencia pero florecen en el juego y la empatía.

Donde el juego es lenguaje y la alegría, una brújula


En Casa Magnolio, las terapias no se imponen, se invitan. El juego es el vehículo principal. Las risas no son ruidos de fondo, sino señales de que el trabajo está funcionando. Cada niño llega con su propia historia, y encuentra un espacio donde no tiene que explicarse ni ajustarse: aquí se le comprende y se le espera.

El enfoque es integral, sí, pero sobre todo humano. El equipo multidisciplinario trabaja desde el corazón, construyendo soluciones reales, accesibles y profundamente empáticas. No hay protocolos rígidos, sino propuestas vivas, ajustadas a la realidad de cada familia.

Más que terapias, es un acompañamiento de vida


Casa Magnolio no es solo un centro. Es un hogar que abraza sin prisa, que mira a los ojos, que abre la puerta para conversar sin reloj. Cada niño y cada niña es acompañado, sostenido y valorado. Aquí no se trata solo de avanzar, sino de hacerlo con sentido, con alegría y con vínculo.

La directora lo dice con brillo en los ojos: «Esta casa me vio crecer, y hoy me permite ver crecer a otros. Es el círculo perfecto». Y tal como el magnolio, que cada temporada vuelve a florecer con fuerza, Casa Magnolio seguirá ofreciendo sombra, cobijo y belleza a quienes lo necesiten.

El equipo

Flga. Camila Andrade
Directora
Fonoaudióloga infanto-juvenil
10 años de experiencia en neurodesarrollo.
Especialista en intervención temprana, lenguaje y comunicación.
Diplomada en deglución pediátrica.
Formación en ESDM, JASPER, SCERTS, rechazo alimentario.
En proceso de especialización en apraxia del habla infantil.

Flga. Liliana Contreras
Fonoaudióloga con 17 años de experiencia.
Miembro de la red internacional @fluirmas_chile, especialistas en tartamudez.
Diplomada en Neuropsicología Cognitiva
Diplomada en Motricidad Orofacial
Trastornos del neurodesarrollo, alteraciones del habla por malformaciones cráneo faciales, síndromes genéticos, apraxia del habla, fisura velopalatina.
Experiencia en trabajo con usuarios CEA.
Certificada en PEERS.

Ximena Cano
Terapeuta Ocupacional
Terapeuta Ocupacional con 8 años de experiencia en población infanto juvenil Experiencia en Salud y educación.
Formación integración sensorial, modelo denver, psicomotricidad, Pep-3, diplomado en Autismo.

Claudia Rojas
Psicopedagoga Clínica Egresada de instituto profesional AIEP, Licenciada en Psicopedagogía en la Universidad Andrés Bello
Especialización en Trastornos Degenerativas del Desarrollo y Trastorno del Espectro Autista. Especialización en Salud Mental Infanto Adolescente. Certificada en Ados-2 y Adi -R
Diplomado en Disléxia